El 10 de marzo de 1881, tras la entrada y ocupación de Lima por parte del ejército chileno durante la Guerra del Pacífico, la tropa de Chile empieza a ocupar diversos recintos culturales, entre ellos la Biblioteca de Lima, lugares desde los cuales se incautan objetos y bienes científicos y culturales, tales como instrumentos, herramientas, mobiliario y libros con el fin de ser llevados a Chile, vía marítima.
La biblioteca contaba con una cifra estimada de unos 35 mil a 50 mil volúmenes,entre los cuales se encontraban incunables, manuscritos y libros que habían sido impresos por primera vez en América, allí también se encontraban las Memorias de los Virreyes (documentos que cada virrey del Perú realizaba después de su mandato). Dicho material fue objeto de requisición por parte de las tropas chilenas; sin embargo, varios textos de la biblioteca así como material científico, se perdió en las aduanas en el trayecto a Chile, ya que la prioridad era el armamento, quedando un buen número en manos de particulares.
Sala de la Biblioteca Nacional (1881)
La biblioteca contaba con una cifra estimada de unos 35 mil a 50 mil volúmenes,entre los cuales se encontraban incunables, manuscritos y libros que habían sido impresos por primera vez en América, allí también se encontraban las Memorias de los Virreyes (documentos que cada virrey del Perú realizaba después de su mandato). Dicho material fue objeto de requisición por parte de las tropas chilenas; sin embargo, varios textos de la biblioteca así como material científico, se perdió en las aduanas en el trayecto a Chile, ya que la prioridad era el armamento, quedando un buen número en manos de particulares.
A Chile arribaron, en dos envíos de la Intendencia General del Ejército, un total de 103 grandes cajones y otros 80 bultos, que fueron recibidos y catalogados por Ignacio Domeyko y Diego Barros Arana, y en agosto de 1881 se publicó el inventario realizado, bajo el título "Lista de libros traídos de Perú", en el Diario Oficial. A fines de noviembre de 1883, Ricardo Palma fue nombrado su director. A los pocos días, Palma informa que quedaban poco más de 700 libros en la biblioteca. El mismo Ricardo Palma, casi en solitario y personalmente, realizó una campaña de recolección de libros de casa en casa, lo cual le llevó a ganarse el mote de "el bibliotecario mendigo".
Medalla recordatoria por la re-inauguración de la Biblioteca Nacional, 1884
En 1884, la biblioteca fue re-inaugurada. Ese año, Ricardo Palma solicitó a Chile la devolución del material sustraído por las tropas chilenas, lo cual tuvo eco en Santiago y, por orden del presidente Domingo Santa María, recibió la devolución de 10.000 libros para la Biblioteca Nacional de Lima.
Wikipedia, Biblioteca Nacional del Perú
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